El registro clínico electrónico y sus diferencias con la historia clínica tradicional

¿Qué es el registro clínico electrónico?

El registro clínico electrónico (RCE) o historia clínica electrónica (HCE) es un sistema digital que contiene todo el historial clínico del paciente incluidos, resultados de exámenes y pruebas, imágenes radiológicas, diagnósticos, planes de tratamientos, medicamentos indicados, alergias, historial de vacunación y cualquier otro dato del paciente que se considere relevante.

Una de las mayores ventajas del registro clínico electrónico es que está disponible en tiempo real y permite el acceso desde cualquier dispositivo inteligente. Por lo tanto, es una valiosa herramienta de apoyo a la toma de decisiones basadas en la evidencia, que permite automatizar y agilizar el flujo de trabajo en el sector salud.

El RCE ayuda a prevenir retrasos en la respuesta, lo que puede causar deficiencias en la atención, facilita además la recopilación de datos para usos distintos a la atención clínica, como:

  • La facturación
  • La gestión de calidad
  • La notificación de resultados
  • La vigilancia y notificación de enfermedades en el ámbito de la salud pública

Diferencias con la historia clínica tradicional

Existen varias diferencias entre el registro clínico electrónico y la historia clínica tradicional. Seguidamente exploramos las principales.

Formato y almacenamiento

La historia clínica tradicional requiere de soporte en papel u otros medios físicos, así como de un lugar donde sea almacenada, como un consultorio médico, clínica u hospital, lo cual demanda de gran espacio físico y de tiempo para su adecuado archivo y búsqueda. Especialmente, en casos de emergencia o cuando se necesita acceder a los registros desde diferentes ubicaciones.

En cambio, el registro clínico electrónico no necesita soporte en papel, se pueden almacenar grandes volúmenes de datos en dispositivos de almacenamiento digital e incluso en la nube. Todos los datos del paciente están disponibles en el momento en que se requieran y se puede acceder a ellos desde cualquier ubicación mediante computadoras, portátiles o dispositivos móviles, siempre que se cuente con una conexión de red segura.

Esto proporciona acceso más inmediato y cómodo a la información clínica del paciente y mejora el intercambio de datos médicos entre las instituciones del sector salud.

Seguridad y privacidad de los datos

La historia clínica tradicional es susceptible a daños, pérdidas, acceso no autorizado o errores de archivo. El registro clínico electrónico ofrece un alto nivel de seguridad, hay controles de acceso, autenticación de usuario y cifrado de la información, lo que garantiza la confidencialidad e integridad de los datos clínicos del paciente.

Además, el RCE también puede registrar y rastrear actividades sospechosas para proteger la privacidad del paciente. La Organización Mundial de la Salud (OMS) enfatiza la importancia de mantener la privacidad del paciente y salvaguardar la información médica electrónica.

Intercambio de datos e interoperabilidad

Compartir la historia clínica convencional de un paciente implica realizar copias físicas o escanear documentos, lo que lleva mucho tiempo y es propenso a errores. El registro clínico electrónico facilita el intercambio de datos en tiempo real y la interoperabilidad entre profesionales e instituciones del sector salud.

Organización y recuperación de datos

Las historias clínicas tradicionales se basan en documentos manuscritos y formularios en papel, lo que dificulta su organización y la recuperación de datos en casos de deterioro o pérdida. Por otro lado, el registro clínico electrónico ofrece formatos estructurados y estandarizados para la entrada de datos, lo que facilita la organización, la búsqueda y la recuperación de información, lo que ayuda a mejorar la eficiencia y la precisión.

Análisis de datos y toma de decisiones informadas

El registro clínico electrónico ofrece grandes oportunidades para analizar los datos, mediante algoritmos automatizados, minería de datos y sistemas de apoyo a la toma de decisiones clínicas. Estas herramientas ayudan a los profesionales del sector salud a identificar patrones, tendencias y posibles intervenciones basadas en grandes conjuntos de datos, mejorando así la atención y los resultados del paciente.

Para conocer más sobre sus aplicaciones, puedes leer este artículo sobre todo lo que aporta el registro clínico electrónico.