Los gobiernos juegan un papel crucial en el gasto agregado (GA) de bienes y servicios dentro de la economía de un país. Este gasto, que representa la suma total de las erogaciones en un período determinado, afecta directamente la demanda agregada (DA).
La demanda agregada incluye el gasto de hogares, el sector público, y las empresas nacionales y extranjeras. Por lo tanto, cualquier cambio en el gasto público influye directamente en esta. Además, los impuestos y las transferencias públicas modifican los ingresos familiares, impactando el consumo de los hogares y, consecuentemente, la demanda agregada.
Para profundizar en cómo estas políticas se implementan en el día a día y su influencia real, puedes aprender más sobre el impacto de las políticas fiscales en el gasto público.
¿Qué es la Política Fiscal?
La política fiscal se refiere a las decisiones gubernamentales sobre bienes, servicios, distribución de fondos públicos y recaudación de impuestos. Cada cambio en el presupuesto público tiene un impacto económico diferenciado en sectores sociales específicos. Por ejemplo, una reducción de impuestos puede aumentar significativamente el poder adquisitivo de las familias.
El gasto público y su financiamiento mediante impuestos están intrínsecamente ligados a la provisión de servicios esenciales como la salud, la educación y las pensiones, ya sea por el sector público o privado.
Desde una perspectiva macroeconómica, las modificaciones en el gasto público y los impuestos alteran el nivel actual de la demanda agregada. Esto permite al gobierno utilizar la política fiscal como una herramienta para estabilizar la economía mediante la alteración de dicha demanda.
Política Fiscal vs. Política Monetaria: ¿Cuáles son las Diferencias?
La política fiscal es un conjunto de acciones gubernamentales en materia de impuestos y gasto público, diseñadas para influir en la economía a través de la demanda agregada. Sus objetivos principales son:
- Impulsar el crecimiento económico.
- Minimizar los niveles de inflación.
- Superar recesiones económicas.
Tipos de Políticas Fiscales
Los gobiernos pueden adoptar dos tipos de políticas fiscales, dependiendo de sus objetivos:
- Política fiscal expansiva: Promueve un mayor gasto público y una disminución de impuestos para incentivar el consumo y aumentar la demanda agregada. Sin embargo, esto suele implicar un aumento de la deuda pública.
- Política fiscal contractiva: Implica reducir el gasto público y aumentar los impuestos para disminuir la demanda agregada. Busca minimizar el déficit presupuestario público a través de una mayor recaudación.
Un gobierno podría, por ejemplo, recortar impuestos como el IVA para impulsar el consumo como parte de una política fiscal expansiva, lo que podría aumentar el endeudamiento público. Alternativamente, podría implementar medidas de austeridad en organismos gubernamentales para reducir el gasto público.
Estas políticas tienen un impacto directo en el sector empresarial, ya que determinan la carga fiscal y el IVA que deben asumir las empresas. Además, influyen en el gasto en bienes y servicios que los consumidores pueden permitirse, repercutiendo en la economía general del país.
Distinción Clave entre Ambas
Es fundamental comprender las diferencias entre la política fiscal y la política monetaria, ya que suelen desarrollarse de forma conjunta:
- Política monetaria: Se encarga de los cambios en la oferta monetaria en circulación. Es gestionada por el banco central y utiliza los tipos de interés para disminuir la inflación e impulsar el crecimiento económico.
- Política fiscal: Está controlada directamente por el gobierno, no por el sector bancario, y engloba tanto el gasto público como los impuestos.
Aunque distintas, la política monetaria y la fiscal trabajan de la mano para lograr los mismos objetivos de gestión económica, impulsando el desarrollo del país.